¿Será cierto que debo memorizar la Biblia?

Hace ya más de 10 años que Dios me hizo nacer de nuevo y recibí el regalo de la salvación eterna, pero desde entonces siempre me ha torturado que mi mala memoria me impedía aprenderme muchos versículos bíblicos, que según lo que me decían era fundamental.  A la fecha, el único que se me “pegó” fue Filipenses 4:13 (“todo lo puedo en Cristo que me fortalece”) y lo he usado casi como dogma de vida, pero últimamente me he estado preguntando si será cierto (como lo repiten el 99% de los cristianos) que Dios quiere que memorice versículos bíblicos, así que hoy vamos a ver QUÉ DICE LA BIBLIA AL RESPECTO.

Los defensores de la memorización normalmente lo refieren a uno a varias citas bíblicas, específicamente:

“Esfuérzate y sé valiente, porque tú harás que este pueblo tome posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.  Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de cumplir toda la ley que mi siervo Moisés te mandó.  No te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito en todo lo que emprendas. Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él.  Así tendrás éxito y todo te saldrá bien.  ¿No te he mandado que te esfuerces y seas valiente?  No temas ni desmayes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.” (Josué 1:6-9)

“Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos ni se detiene en el camino de los pecadores ni se sienta en la silla de los burladores.  Más bien, en la ley del SEÑOR está su delicia, y en ella medita de día y de noche.(Salmos 1:1-2)

“En tus ordenanzas meditaré; consideraré tus caminos.  Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.(Salmos 119:15-16)

Vemos pues la importancia de CONOCER la Palabra de Dios, pero yo no veo por ningún lado un enfoque hacia MEMORIZARLA (que no necesariamente es lo mismo).  Además, todos los pasajes que se pudiesen supuestamente utilizar para defenderla se basan en legalismos, pero nunca bajo la Gracia (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/19/ley-vs-gracia/), y si por alguna razón extraordinaria lograra memorizarla, por un lado probablemente la convertiría en oraciones vacías, ¡y por otro lado eso me llenaría de orgullo malsano!

Inclusive, desde que entendí la perversión de las religiones (que claramente insisten en la memorización y la repetición de oraciones) he venido inclinándome hacia el lado opuesto, sobre todo durante la “dispensación de la Gracia”, cuando NO SOMOS NOSOTROS (en nuestras fuerzas) quien realiza el trabajo, sino el Espíritu Santo que mora en nosotros (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/03/01/el-fruto-y-los-dones-del-espiritu-santo/). Sin embargo, no tenia una posición clara, hasta que encontré el pasaje donde Cristo RESUCITADO, en su segunda aparición a los apóstoles (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/06/02/dias-posteriores-a-la-resurreccion/) específicamente les dijo que sería el Espíritu Santoquien les recordaría todo”, NO su memoria:

Pero el Consolador, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, él les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que yo les he dicho.(Juan 14:26)

¿Entonces?  ¿No creen que si había algún momento para enfatizar la importancia de memorizar las Escrituras era este?  ¿Qué más impactante que se los diga Cristo RESUCITADO mientras compartía con todos (incluyendo a Tomás el incrédulo)? Pero por si quedaban dudas al respecto, creo que es nuevamente el apóstol Juan quien nos ayuda a ponerle fin a este tema, cuando en su primera carta (escrita al final de su ministerio terrenal) escribió:

“Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.” (1 Juan 2:27-28)

Esto tiene muchísimo más sentido en relación al resto de los pasajes bíblicos, que en realidad lo que enseña es a tener una relación VIVA, ABIERTA y DIRECTA con nuestro Padre celestial (más que simplemente conocer de memoria Su Palabra), a tal punto que le podemos decir “Abba Padre” (“Papito”), ¡EXACTAMENTE COMO LE DECÍA JESÚS!

“Pasando un poco adelante, se postraba en tierra y oraba que de ser posible, pasase de él aquella hora.  Decía: ¡Abba, Padre, todo es posible para ti!  ¡Aparta de mí esta copa!  Pero no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.(Marcos 14:35-36)

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.  Pues no recibieron el espíritu de esclavitud para estar otra vez bajo el temor sino que recibieron el espíritu de adopción como hijos, en el cual clamamos: “¡Abba, Padre!”.  El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:14-16)

“Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiera a los que estaban bajo la ley a fin de que recibiéramos la adopción de hijos.  Y por cuanto son hijos, Dios envió a nuestro corazón el Espíritu de su Hijo que clama: “Abba, Padre.(Gálatas 4:4-6)

¿Se imaginan qué triste una relación de un padre y su hijo(a) basada en la memorización? Eso se queda muy corto de lo que Dios quiere para sus hijos adoptivos, eso sería tan deprimente como decir que nuestra relación con Él está basada en repetir como loros una oración una y otra vez (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/01/28/el-padrenuestro/), o únicamente en compartir con Él unas horas los domingos por la mañana.  Si ese es su caso, lo siento por usted, pero la Biblia habla de una relación muchísimo más cercana y enriquecedora.

Por el contrario, nuestra relación con nuestro Padre celestial es 24/7, 365 días al año y en TODOS los aspectos de nuestra vida, NO solamente los espirituales.  Ahora le conocemos sin intermediarios, somos sus hijos amados y además somos sus “embajadores” (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/04/19/embajador-yo/), ¡qué clase de honor!  De ahí que la oración es ahora un “canal abierto” de comunicación, no esa retahíla de palabrería (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/12/06/la-oracion-esa-gran-incomprendida/).  De la misma forma, nuestra relación con Dios (a través de Cristo) se basa EN MUCHÍSIMO MÁS que simplemente memorizar Su Palabra, ¡se basa en VIVIRLA!

“Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí.  Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20)

Y al igual que con una persona cercana, cuando pasamos tiempo con la Palabra de Cristo, eventualmente uno llega a identificar perfectamente “Su Carácter”, de forma que podemos reconocer cuáles cosas podrían venir de Él y cuáles definitivamente nunca las hubiese dicho, aunque en realidad es el Espíritu Santo quien nos está guiando, no nuestra memoria de Su Palabra.  Eso sólo se logra compartiendo tiempo y conociéndose íntimamente, y jamás podría ser sustituido por una simple memorización.

Como leí en un libro hace algunos años llamado “Not a Fan” de Kyle Idleman, además de hijos adoptados, nuestra relación con el Señor no debe ser únicamente la de un simple “aficionado” (“fan” en inglés), sino como la de un “seguidor” (¡discípulo!).  El primero puede conocer TODO sobre una celebridad, pero realmente no la conoce (y menos lo conocen a él/ella), en cambio el segundo lo conoce personalmente (¡y recíprocamente lo conocen!).  Por lo tanto, el primero debe memorizarse todo lo que dijo porque no le queda otra (para hacerse la idea que lo conoce), pero al segundo no le hace falta, ¡simplemente LO CONOCE!

Ahora, ¿está mal memorizar la Biblia?  No, para nada, está excelente, SIEMPRE Y CUANDO esto sea la vía o el comienzo para conocer mejor a Dios y compartir tiempo con Él, (no simplemente conocerlo de forma teórica o académica).  Y ESA es la clave: debemos conocer íntimamente a Nuestro Señor (y por lo tanto de saber reconocer Su voz), de manera que ni siquiera tengamos que memorizar Su Palabra; ¡Y MÁS IMPORTANTE AÚN ES QUE ÉL NOS CONOZCA! Preocupémonos pues de compartir tiempo con Él, ¡y especialmente de asegurarnos que estemos en la lista de Sus conocidos!

“Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.” (Juan 10:14)

“Pero el fundamento de Dios está firme, y tiene este sello: «El Señor conoce a los que son suyos»; y: «Que se aparte de la iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.»” (2 Timoteo 2:19)

3 comentarios en “¿Será cierto que debo memorizar la Biblia?

  1. Anónimo

    Romanos 14:3 «El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido». Pablo afirma que Dios ya ha recibió a ambos bandos y, por lo tanto, los creyentes no deben descalificarse mutuamente. Aquí la palabra “ha recibido” es referente a la comunión entre hermanos y no con respecto a la salvación. Romanos 14:5 «Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. » Tanto el robusto en la fe como el débil en la fe, deben de actuar consecuentemente con el pleno convencimiento y la responsabilidad de sus propios razonamientos, los cuales serán validos si tienen una fe que está fuertemente cimentada en la Palabra de Dios. Romanos 14:6 «El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace…» La idea de esta oración es que el creyente debe sostenerse en una posición, siempre y cuando refleje que su propuesta mantiene el propósito correcto de mostrar su servicio para al Señor. El hermano débil “se mantendrá firme» no por sí mismo o por cumplir con ritos y liturgias, sino por medio de utilizar de forma correcta y constante la palabra. Romanos 14:4 “…porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme”: (de dynateí gar) Jesús tiene “poder” (como un dinamo eléctrico) que acompaña al creyente con poder dinámico para sostenerlo firme en la fe. El hermano debil manifiesta su fe recitando los versiculos(memorizandolos). Y no por su voluntad, es Dios quien lo tiene conectado a su poder como un cable electrico, por eso no se le olvidan los versiculos.

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  2. Muchas gracias por el comentario. El punto del artículo NO ES si se puede o no memorizar, sino si FORZOSAMENTE se debe hacer (como lo enseñan la mayoría de maestros y pastores). Si alguien quisiera hacerlo puede hacerlo, pero la idea es que no se quede ahí, sino que lo utilice como medio para profundizar en la Palabra y conocer intimamente a Nuestro Señor.

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