Hay muchos temas en la Biblia que muchos cristianos desconocen o malentienden, siendo tal vez el más común todo lo relacionado al amor/ira de Dios y su verdadero significado bíblico (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/21/la-ira-de-dios/). Cuando uno trata de explicar este tema, la mayoría de las veces se puede ver en la cara de las personas cómo son enfrentadas por la Palabra de Dios, sobre todo porque las religiones le han vendido al mundo un Dios bonachón y medio baboso que todo lo permite “en el nombre del amor”, sin saber que nada de eso es bíblico (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/03/18/jesus-el-grosero/).
Pero otro tema que también sorprende a muchos es que la Biblia nos llama a ALEJARNOS de tres tipos de personas, aunque rara vez escucharemos sobre esto en la mayoría de iglesias (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/08/19/el-estado-actual-de-la-iglesia-cristiana/). Así es, independientemente del cariño o de la cercanía (¡inclusive familiar!), Dios quiere que no tengamos relación con este tipo de personas, de la misma forma que muchas veces se lo advirtió al pueblo de Israel en el Antiguo Testamento (sin aclararles la razón), y luego leemos sobre las consecuencias de la desobediencia. Ojo que esto no significa que los cristianos no podamos trabajar o hacer negocios con impíos (¡de lo contrario tendríamos que irnos del planeta! jajaja), sino más bien debemos ser EXTREMADAMENTE SABIOS al escoger con quién nos relacionamos cercana o íntimamente. Así que, duela a quien le duela, hoy vamos a ver quiénes son estas personas de las que Dios quiere que nos alejemos, siendo la última tal vez la más inesperada (¡ya verán por qué lo digo!).
1. Gente mala (“impíos”)
“No tengas envidia de los hombres malos ni desees estar con ellos; porque su corazón trama violencia, y sus labios hablan iniquidad.” (Proverbios 24:1-2)
Aunque este grupo pareciera obvio, lamentablemente muchos cristianos fracasan en alejarse de ellos y hasta se enorgullecen de tenerlos de amigos. Aquí NO me refiero a personas que pecan o que son imperfectas (¡TODOS estamos incluidos en ese grupo!), sino a personas malvadas que tienen la conciencia “cauterizada” y que no le importa hacer lo que sea necesario para lograr con sus propósitos, blasfemando, mintiendo, engañando, robando, fornicando y haciendo todo lo que Dios detesta. OJO que en este grupo generalmente están incluidas personas que el mundo admira, ya sea por su poder, su éxito económico o inclusive su belleza (física), y que por lo tanto están controlados por el enemigo.
“El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” (2 Corintios 4:4)
“En cuanto a ustedes, estaban muertos en sus delitos y pecados, en los cuales anduvieron en otro tiempo conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.” (Efesios 2:1-2)
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios no sigue pecando; más bien, Aquel que fue engendrado de Dios lo guarda y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el maligno.” (1 Juan 5:18-19)
De esas personas debemos simplemente alejarnos y NUNCA buscar ni desear estar con ellos, aunque nos parezcan simpáticos, populares, exitosos o hasta generosos con nosotros. Dios es claro en su Palabra que estos tienen la mente corrompida y que no conocen a Dios, aunque afirmen lo contrario. Obviamente esto es especialmente importante si se trata de personas con quienes tenemos o estamos pensando tener relaciones sentimentales, con las cuales no deberíamos NI ACERCARNOS.
“No se unan en yugo desigual con los no creyentes. Porque ¿qué compañerismo tiene la rectitud con el desorden? ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas? ¿Qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿Qué parte tiene el creyente con el no creyente? ¿Qué acuerdo puede haber entre un templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, ¡Salgan de en medio de ellos, y apártense! dice el Señor. No toquen lo impuro, y yo los recibiré, y seré para ustedes Padre, y ustedes me serán hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” (2 Corintios 6:14-18)
2. Religiosos (“hipócritas”)
“También debes saber esto: que en los últimos días se presentarán tiempos difíciles. Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero. Serán vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos y amantes de los placeres más que de Dios. Tendrán apariencia de piedad pero negarán su eficacia. A estos evita.” (2 Timoteo 3:1-5)
Este segundo grupo de personas de los que debemos alejarnos son un poco más difíciles de identificar puesto que requieren mayor observación, pero creo que al final todos los reconocemos. Como dice el pasaje de la segunda carta de Pablo a Timoteo, se trata de aquellos que tienen “apariencia de piedad pero negarán su eficacia”, o sea que son puro “show”. Estos conocen bien y cumplen las reglas “religiosas” (como por ejemplo los católicos y los falsos cristianos): saben hablar el idioma y saben comportarse en público, pero sus corazones no han sido transformados, no han nacido de nuevo ni han sido sellados por el Espíritu Santo para salvación, sobre todo en estos últimos tiempos (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/09/18/estamos-viviendo-en-los-ultimos-tiempos/). La religión es el cáncer espiritual de nuestro tiempo, y millones (¿billones?) de personas se van a perder eternamente por culpa de seguir religiones en lugar de buscar la Verdad de Cristo (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/12/12/el-peligro-de-la-religion/), por lo que podemos darnos una idea de porque Dios no quiere que tengamos relación con estos.
El problema de la religiosidad es que está basada en la hipocresía (palabras de Nuestro Señor Jesucristo, ¡no mías!) y por lo tanto, las personas religiosas están más interesadas en la apariencia hacia los demás que en una vida realmente dedicada a Dios (producto del nuevo nacimiento). Recordemos que sólo Dios puede transformar nuestro corazón, así que el cambio de vida (¡y las obras producto de este!) viene de adentro hacia afuera, es EL FRUTO del Espíritu Santo morando en nosotros (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/03/01/el-fruto-y-los-dones-del-espiritu-santo/), y esto no podemos hacerlo nosotros. Tal vez podremos fingirlo por un rato, pero no es sostenible en el tiempo y tarde o temprano la verdad sale a la luz. Ojo que en este grupo pueden estar incluidas personas que el mundo consideraría como “buenas” (“con apariencia de piedad”), pero sus frutos dicen otra cosa, eventualmente se les cae la máscara.
“Para los que son puros, todas las cosas son puras; pero para los impuros e incrédulos nada es puro pues hasta su mente y su conciencia está corrompida. Profesan conocer a Dios pero con sus hechos lo niegan; son abominables, desobedientes y reprobados para toda buena obra.” (Tito 1:15-16)
3. Cristianos desobedientes (“rebeldes”)
“Les he escrito por carta que no se asocien con inmorales sexuales. No me refiero en forma absoluta a los que de este mundo son inmorales sexuales, avaros, estafadores o idólatras, pues en tal caso les sería necesario salir del mundo. Pero ahora les escribo que no se asocien con ninguno que, llamándose hermano, sea inmoral sexual, avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni aun coman.” (1 Corintios 5:9-11)
“Con tal persona ni aun coman”, ¡increíble! Ojo que este tercer grupo incluye a verdaderos cristianos (“hermanos”), así que NO es un tema de salvarse o perderse, sino de disciplina. Se trata de hijos de Dios, personas que han nacido de nuevo y están selladas con el Espíritu Santo para vida eterna, pero por alguna razón tienen valores y comportamientos “no cristianos”. Por alguna razón viven en rebeldía y por lo tanto deben ser disciplinados (¡en amor!) por sus hermanos de la iglesia, a fin de evitar que corrompan al resto del “Cuerpo de Cristo”, evitando así que “un poco de levadura leude toda la masa”. El problema aquí es que el diablo se ha encargado de torcer la Verdad de Dios en todos los aspectos, y muchos cristianos creen que nunca debemos “juzgar” (¡y menos a los hermanos en Cristo!), lo cual es absolutamente necesario para poder ejercer la disciplina de la que Dios habla (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/08/11/juzgar-o-no-juzgar/). Ojo lo que sigue diciendo el mismo pasaje de la primera carta de Pablo a la iglesia de Corinto:
“Pues, ¿por qué tengo yo que juzgar a los que están afuera? ¿No juzgan a los que están adentro? Pues a los que están afuera Dios los juzgará. Pero quiten al malvado de entre ustedes.” (1 Corintios 5:12-13)
“No se dejen engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres. Vuelvan a la sobriedad, como es justo, y no pequen más, porque algunos tienen ignorancia de Dios. Para vergüenza de ustedes lo digo.” (1 Corintios 15:33-34)
Pablo le está escribiendo todo esto a los CRISTIANOS de la iglesia de Corinto, ¡NO a impíos! Obviamente para realizar esta disciplina se requiere mucha sabiduría, no es cualquiera quien la hace sino debe ser manejada por cristianos maduros (ej. ancianos de la iglesia), orando a Dios por dirección y sabiduría para ello, manteniéndose SIEMPRE en lo revelado por Dios en la Biblia. Si fueramos nosotros quienes vamos a realizarla, primero debemos analizarnos nosotros mismos, no tanto por ver si tenemos pecados (¡eso siempre tendremos!) sino para confirmar si nosotros mismos estamos anhelando vivir una vida conforme a la Palabra de Dios, especialmente en aspectos que le podrían afectar al resto del “Cuerpo”. Lo último que quisiéramos es que nos pase lo que Jesús mencionó en el Sermón del Monte:
“¿Por qué miras la brizna de paja que está en el ojo de tu hermano pero dejas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿Cómo dirás a tu hermano: ‘Deja que yo saque la brizna de tu ojo’, y he aquí la viga está en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:3-5)
En cualquiera de los casos, recordemos que los cristianos NO somos salvos por lo que hacemos o dejamos de hacer, sino que fuimos librados del (justo) castigo eterno únicamente por Gracia (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/02/06/salvacion-por-gracia-solamente/), pero mientras estemos en este mundo debemos ser sabios. Al final de cuentas, los cristianos estamos llamados a ser instrumentos de Dios, a ser buenos “embajadores del cielo” mientras estamos de paso en este mundo (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/04/19/embajador-yo/), así que oremos por sabiduría para cuidar nuestra “salud” espiritual, ¡y también la de nuestros hermanos en Cristo!
“Hermanos, en caso de que alguien se encuentre enredado en alguna transgresión, ustedes que son espirituales restauren al tal con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrelleven los unos las cargas de los otros y de esta manera cumplirán la ley de Cristo. Porque si alguien estima que es algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, examine cada uno su obra, y entonces tendrá motivo de orgullo solo en sí mismo y no en otro; porque cada cual llevará su propia carga.” (Gálatas 6:1-5)
(Basado en parte en https://www.christiantoday.com/article/3-kinds-of-people-you-should-avoid-but-should-keep-praying-for/104074.htm)