La destrucción de Damasco

Todos los cristianos somos conscientes que las profecías bíblicas no siempre son en “blanco y negro”, o sea que no son fáciles de entender, de ahí las miles de interpretaciones y opiniones que existen al respecto de cada una, ¡incluyendo las mías!  Sólo es cuestión de buscar en internet sobre las gran cantidad de fechas proféticas “resueltas” en el pasado, ¡varios se hicieron millonarios escribiendo al respecto! (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/01/05/en-que-fecha-regresara-cristo/).  Sin embargo, hay una profecía que sí es clarísima y bastante simple de entender, y se ha convertido en parte del reloj profético de Dios: la destrucción de Damasco (capital de Siria), profetizada por Isaías hace más de 2.700 años:

Clarito: DAMASCO DESAPARECERÁ, a pesar de ser una de las ciudades más antiguas del mundo y haber sido conquistada y arrasada por los griegos, los persas, los seléucidas, los romanos, etc., pero hoy en día sigue en pie, ¡Y NUNCA HA DEJADO DE SER UNA CIUDAD HABITADA!  Por lo tanto, podemos estar seguros que la destrucción TOTAL de Damasco es un evento futuro, ¿pero cuándo se dará?

En el estudio sobre las guerras profetizas en la Biblia (que ocurrirán en los “últimos tiempos”) yo concluí que probablemente la destrucción de Damasco coincidirá o será parte de la Guerra del Salmo 83 (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/09/27/las-batallas-finales/), la cual creo yo será el primer conflicto bélico profético en darse.  ¿Será que estamos a las puertas que ocurra?  ¿Será que el nuevo conflicto que comenzó el pasado sábado 7 de Octubre entre Israel y Gaza escalará pronto para convertirse en la Guerra del Salmo 83?

Es muy pronto para saberlo a ciencia cierta, pero para poder ahondar en esta pregunta debemos fijarnos en el centro de TODAS las profecías bíblicas: ¡Israel!  Como probablemente todos saben, el ejército israelí es uno de los más sofisticados del mundo, con moderno armamento para defender su territorio, casi salido de una película de ciencia ficción.  Entre estos, Israel tiene un avanzadísimo sistema de defensa llamado “Domo de Hierro” para protegerse de ataques aéreos, pero si todo fallara, tiene otro programa llamado apropiadamente “Opción Sansón”, según el cual Israel bombardearía las ciudades de sus enemigos si fuera invadida o estuviera ya a punto de ser derrotada.  Por lo tanto, la descripción se ajusta perfectamente a la guerra del Salmo 83, razón por la cual creo que los eventos sucederán en dicho conflicto bélico.

Si esto fuera correcto, entonces Isaías 17 es una urgentísima advertencia para esta ciudad de 2,5 millones de habitantes, que en un día cercano la ciudad sufrirá una tragedia dejando en su lugar un montón de ruinas (probablemente junto con toda las zonas aledañas).  Pero aquí debemos preguntarnos: ¿cómo exactamente se convierte una ciudad en un “montón de ruinas” inhabitables? Porque si estudiamos historia encontraremos que han habido varias ciudades modernas que simplemente han sido abandonadas, pero sus edificios se han dejado intactos.  Inclusive la ciudad de Pripyat en Ucrania (donde ocurrió la famosa fuga del reactor nuclear de Chernobyl) quedó desierta y se convirtió en una ciudad fantasma, ¡pero no desapareció instantáneamente!, sino que cualquiera puede visitarla (como lo atestiguan las fotografías de los visitantes que se pueden encontrar publicadas en internet).

O pensemos en Hiroshima y Nagasaki, los objetivos de las primeras bombas atómicas, que continúan como ciudades hasta el día de hoy, a pesar de haber sido arrasadas por los dos primeros ataques con bombas nucleares de la historia.  Las razones de esto son dobles, se dice que las dos primeras bombas atómicas (“Fat Man” y “Little Boy”) utilizadas en Japón eran pequeñas para los estándares actuales.  En segundo lugar, las bombas fueron detonadas muy por encima de las ciudades, en lo que se llama una “ráfaga de aire”.  Las ráfagas de aire producen niveles de lluvia radiactiva muy reducidos en comparación con los ataques terrestres, esto hace posible reconstruir y rehabitar la zona, tal como lo hizo Japón.

Por el contrario, el destino previsto según la Biblia para Damasco es distinto al de cualquiera de estas ciudades, ¡o quizás de cualquier otra en la historia de la humanidad!  Sus edificios y calles no sólo quedarán desiertas, sino que quedarán como un “montón de ruinas” (del hebreo “meí mappalá”, que también se podría traducir como “escombros retorcidos”).  No conozco ningún caso en los tiempos modernos en el que eso le haya sucedido a una ciudad por causas que no sean nucleares, a pesar de haber sido arrasadas por tsunamis o incluso explosiones volcánicas, hay muchas ciudades que han podido ser reconstruidas, y ninguna ha quedado como “montón de ruinas”.

Sin embargo, regresando al tema de Hiroshima y Nagasaki, tal vez estas pueden ofrecernos el mejor caso de cómo es probable que se produzca la destrucción y el abandono total de Damasco.  Una bomba nuclear de gran rendimiento, o una serie de bombas con menor rendimiento podrían convertir una ciudad entera en un “montón de ruinas”.  Esto es bastante factible en el caso de Damasco, ya que es una ciudad relativamente pequeña, de tan sólo 105 kilómetros cuadrados de superficie.  Además, si se utiliza un ataque terrestre en lugar de aéreo, la lluvia radiactiva persistente impediría que la gente regrese para reconstruirla y rehabitarla, cumpliendo así la profecía.

¿Y por qué Israel bombardearía esta vez a Damasco con armas nucleares (cosa que no ha hecho en el pasado, a pesar que Israel ha sido un objetivo frecuente de ataques de Siria)?  De hecho, Israel ya ha estado en varias guerras importantes contra Siria entre 1948 y 1973, y prácticamente la relación entre ambos países ha sido de un estado de guerra continuo.  Sigamos leyendo al profeta Isaías para obtener más información del suceso:

En este evento profetizado, se dice que el norte de Israel («Efraín» en contraposición al sur del Reino de «Judá», ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/17/el-reino-del-norte-israel-y-el-reino-del-sur-juda/) sufrirá daños y bajas, aunque comparativamente menos que Damasco (Damasco pierde “el reino”, pero Israel sólo “la fortificación”).  Recordemos que las guerras nunca son completamente unilaterales, así que si Israel se ve obligado a atacar Damasco, ciertamente sufrirá también bajas en el proceso.  Pero la pregunta del millón sigue siendo: ¿por qué esta vez sí utilizaría una salida tan radical como una bomba nuclear?  La respuesta también la encontramos en el mismo pasaje de Isaías:

¡Ahí está!  Según el pasaje, ya no sólo Siria sino una MULTITUD DE NACIONES atacarán al Reino de Judá (o sea, la nación moderna de Israel) y a Israel no le quedará otra opción que usar sus armas nucleares contra múltiples naciones y ciudades enemigas.  Mediante este ataque en defensa propia los ejércitos enemigos literalmente desaparecerán, por no hablar de un enorme segmento de la población civil.  Las víctimas de la guerra nuclear fácilmente podrían superar las decenas de millones de personas, pero como vimos, Israel saldrá victorioso y probablemente incluso más rápido que en la Guerra de los Seis Días de 1967, y esto justificaría que Isaías escribiera que la situación pasa “del terror del atardecer” para Israel, a la tragedia “antes del amanecer” para sus enemigos.

Además, si le sumamos a esto la premura que tienen los dirigentes judíos de sacrificar MUY PRONTO la vaca roja necesaria para los sacrificios (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/09/20/la-ternera-alazana/) y eventualmente de construir el tercer templo, pues tenemos la tormenta perfecta.  NINGUNO de estos acontecimientos podrá ocurrir mientras los árabes tengan control político sobre Jerusalén, así que una vez que su poder se vea disminuido por la devastadora Opción Sansón de Israel, es fácil imaginar que el Monte del Templo volverá en ese momento a control israelí.

La otra pregunta es: ¿por qué los árabes se decidirían AHORA a atacar a Israel (sabiendo que cuenta con todo tipo de armamento, incluyendo bombas nucleares)?  Entre 1948 y 1973, Israel libró cuatro guerras con sus vecinos árabes aliados, eso es un promedio de una guerra cada ocho años.  Sin embargo, ya han pasado EXACTAMENTE 50 años desde la última gran guerra, la Guerra de Yom Kippur en 1973.  Debe haber una razón para este lapso de tiempo récord sin más conflictos importantes, puesto que claramente los árabes no han cambiado; siguen siendo hostiles y se oponen a la existencia de Israel entre ellos, pero no habían vuelto a intentar un ataque contra Israel (hasta ahora).  Entonces, ¿por qué?

Creo que la respuesta es obvia: PORQUE AHORA CREEN PODER GANARLE EN UNA BATALLA CONJUNTA, ¡tal y como predice el Salmo 83 que sucederá!

Esto describe un ataque árabe masivo contra Israel por parte de una confederación de naciones que NUNCA ha ocurrido en la historia (Gaza, Siria, Líbano y Jordania, probablemente apoyados por Irán, Egipto y Arabia Saudita).  Sin embargo, a pesar de semejante poder militar, al igual que Isaías 17, Asaf predijo una derrota devastadora para los atacantes de Israel.

Las analogías utilizadas por Asaf recuerdan la explosión de fuego y tormenta de una bomba nuclear, tal como Isaías 17 parece sugerir para Damasco.  Al igual que Isaías 17, el Salmo 83 también señala que múltiples naciones estarán involucradas y serán aniquiladas en respuesta.  Lo más interesante es que menciona un pacto de guerra, alianza o confederación entre estas naciones con el propósito de eliminar a la nación de Israel (¡incluso borrar su nombre de la historia y tomar la tierra para ellos!), pero este pacto no parece existir hoy (al menos públicamente), y lo cierto es que equivaldría a un pacto suicida, A MENOS QUE IRÁN (el eterno enemigo de Israel) FINALMENTE CUENTE CON ARMAMENTO NUCLEAR (tema del cual se viene hablando desde el 2002) y que esté dispuesto a proveérselo a Siria, país con el cual tiene sólidas relaciones políticas, sociales y religiosas.

Lo cierto es que la “Semana Setenta” no puede comenzar hasta que los enemigos cercanos de Israel sean eliminados del panorama (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2022/11/16/setenta-semanas-la-profecia-de-daniel/), así que no hay vuelta de hoja: esta guerra viene.  Sin duda, Isaías 17 es una profecía aterradora, ya que significa que seremos testigos del impactante final de una famosa capital junto con los millones de personas que viven allí (¡y quien sabe cuántos más en otros territorios alrededor de Israel!).  Cuando esto termine, se cumplirá uno de los últimos requisitos previos en la profecía bíblica para el comienzo oficial de los últimos tiempos, empezando por “el principio de dolores” del que habló Jesús (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/01/10/principios-de-dolores/).

La única esperanza que tenemos los miembros del “Cuerpo de Cristo” es que muy probablemente Dios nos sacará antes que empiece el final de la historia, mediante el “arrebatamiento de la iglesia” (ver entrada https://ofertaportiempolimitadoorg.wordpress.com/2023/01/09/el-arrebatamiento-de-la-iglesia/), pero igual, si así no fuera, Dios tendrá cuidado de TODOS Sus Hijos, así que nosotros NADA debemos temer.

(Basado en parte en https://escapeallthesethings.com/damascus-israel-isaiah-nuke/)

Un comentario en “La destrucción de Damasco

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